Hace cierto tiempo recibí una llamada de una persona cercana a mi que se sentía consternada con cierta información con la cual se había encontrado en una famosa red social. La misma era publicada por un galeno de alto renombre en los medios públicos (aparentemente), el cual hacía aseveraciones en donde culpaba a todos los hombres no circuncidados de ser los responsables del incremento de la incidencia del Virus del Papiloma Humano en los últimos años.
Al leer estos mensajes públicos me llené de rabia. Los mismos carecían de referencias algunas a estudios que avalaran la información, y eran mensajes de mala redacción, escritos con un alto contenido de subjetividad y con un gran impacto social, pues el alcance de la información escalaba rápidamente.
Como médicos se nos olvida a veces que por motivos socio-culturales nuestras palabras tienden a ser tomadas como ley. Lo más interesante de esto es que no tenemos que tener experiencia para que nuestros conocidos nos pidan una referencia y la misma sea tomada como “palabra de experto”. Quien se me acercó con la curiosidad sobre la circuncisión y el VPH estaba genuinamente preocupada ya que el “especialista lo dijo”, y por ende debe ser cierto. Esto provocó que me fuera a leer estudios de ginecología para poder, con propiedad, refutar o confirmar las declaraciones.
No se me olvidan esos días de pasantía en donde pacientes se me acercaban no solo a preguntarme de medicina, si no sobre la vida, el colegio, elecciones profesionales, política y hasta del manejo de gallos para pelea. Los médicos siempre han sido entes culturalmente preparados, leídos, capaces de utilizar el pensamiento lógico y más importante aún: amantes de su carrera. Es por esto que las personas que consultan con un médico sienten esta confianza de tomar su palabra como buena y válida, aunque no conozcan el origen de la información.
Pero, ¿cuánto de esto se ha perdido ya? Es difícil ahora ver quien puede ser considerado o no leído, con cultura o capaz de utilizar el pensamiento lógico. Hace 1 semana escuche a alguien quejarse porque en la entrevista de aplicación a la residencia le preguntaron los límites de la República Dominicana, entendía que eso era irrelevante para ser un buen cirujano. Yo entiendo que si no sabes donde estas ubicado geográficamente, no eres de fiar en un abdomen, con un bisturí en la mano.
Nuestras palabras tienen mucho alcance. No solo vas a influenciar a tu primo, quien te preguntó la realidad sobre el uso de anticonceptivos, ni a tu abuela, que quiso que le aclararas sobre la combinación biguanidas y metoprolol; llegaras a todas las personas que ellos pasen esa información, y a todas esas personas afectaran tus palabras. SI hablaste con base estarás haciendo un bien, pero si dijiste algo solo por decirlo, con sentimientos encontrados y solo por no quedar como un ignorante, vas a hacer un enorme daño, el cual algunas veces es irreparable.
Siempre he dicho que el que mucho sabe nada pierde. El conocimiento cuesta caro, pero leer no. En la actualidad, el que este leyendo esto es porque tiene acceso a internet, directa o indirectamente, y por ende tiene acceso a información actualizada. Seamos un poco más humildes y aceptemos cuando no sepamos algo, y cuando sepamos algo, usemos los canales correctos y la forma correcta de compartir esa información.
“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”
-William Shakespeare
I can't even say how proud I am to read this. Awesome work!
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