lunes, 30 de septiembre de 2013

El Poder de Nuestras Palabras (No corregido)



Hace cierto tiempo recibí una llamada de una persona cercana a mi que se sentía consternada con cierta información con la cual se había encontrado en una famosa red social. La misma era publicada por un galeno de alto renombre en los medios públicos (aparentemente), el cual hacía aseveraciones en donde culpaba a todos los hombres no circuncidados de ser los responsables del incremento de la incidencia del Virus del Papiloma Humano en los últimos años.

Al leer estos mensajes públicos me llené de rabia. Los mismos carecían de referencias algunas a estudios que avalaran la información, y eran mensajes de mala redacción, escritos con un alto contenido de subjetividad y con un gran impacto social, pues el alcance de la información escalaba rápidamente.

Como médicos se nos olvida a veces que por motivos socio-culturales nuestras palabras tienden a ser tomadas como ley. Lo más interesante de esto es que no tenemos que tener experiencia para que nuestros conocidos nos pidan una referencia y la misma sea tomada como “palabra de experto”. Quien se me acercó con la curiosidad sobre la circuncisión y el VPH estaba genuinamente preocupada ya que el “especialista lo dijo”, y por ende debe ser cierto. Esto provocó que me fuera a leer estudios de ginecología para poder, con propiedad, refutar o confirmar las declaraciones. 

No se me olvidan esos días de pasantía en donde pacientes se me acercaban no solo a preguntarme de medicina, si no sobre la vida, el colegio, elecciones profesionales, política y hasta del manejo de gallos para pelea. Los médicos siempre han sido entes culturalmente preparados, leídos, capaces de utilizar el pensamiento lógico y más importante aún: amantes de su carrera. Es por esto que las personas que consultan con un médico sienten esta confianza de tomar su palabra como buena y válida, aunque no conozcan el origen de la información.

Pero, ¿cuánto de esto se ha perdido ya? Es difícil ahora ver quien puede ser considerado o no leído, con cultura o capaz de utilizar el pensamiento lógico. Hace 1 semana escuche a alguien quejarse porque en la entrevista de aplicación a la residencia le preguntaron los límites de la República Dominicana, entendía que eso era irrelevante para ser un buen cirujano. Yo entiendo que si no sabes donde estas ubicado geográficamente, no eres de fiar en un abdomen, con un bisturí en la mano.

Nuestras palabras tienen mucho alcance. No solo vas a influenciar a tu primo, quien te preguntó la realidad sobre el uso de anticonceptivos, ni a tu abuela, que quiso que le aclararas sobre la combinación biguanidas y metoprolol; llegaras a todas las personas que ellos pasen esa información, y a todas esas personas afectaran tus palabras. SI hablaste con base estarás haciendo un bien, pero si dijiste algo solo por decirlo, con sentimientos encontrados y solo por no quedar como un ignorante, vas a hacer un enorme daño, el cual algunas veces es irreparable.

Siempre he dicho que el que mucho sabe nada pierde. El conocimiento cuesta caro, pero leer no. En la actualidad, el que este leyendo esto es porque tiene acceso a internet, directa o indirectamente, y por ende tiene acceso a información actualizada. Seamos un poco más humildes y aceptemos cuando no sepamos algo, y cuando sepamos algo, usemos los canales correctos y la forma correcta de compartir esa información.

“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”
-William Shakespeare

Residente, literalmente. (No corregido)



"Clavado 12 horas", es una de las expresiones que muchos temen escuchar durante sus años de estudio en el internado y la residencia. Los castigos de horas han sido por un largo tiempo el arma de disciplina para aquellos ofensores en los programas académicos hospitalarios, al punto que para algunos es un orgullo decir "sali del internado sin que me clavaran 1 sola vez", demostrando una trayectoria impecable, o al menos una aparente.

En la mayoría de los programas de residencia de nuestro país aun persiste el sistema de disciplina militar. Actitudes como el ponerse de pie si entra un superior (sin importar el trabajo que se este realizando), o el no dirigirle la palabra a un residente de 3er año si se es uno de 1er año (sin importar la urgencia del mensaje) son actitudes que aun se implementan en varios hospitales de nuestro país, y de ser violadas, pueden traer como consecuencia un castigo.

Recuerdo en uno de mis primeros servicios en la rotacion de cirugía que estaba arropado en historias clínicas en una unidad intensiva, cuando entro una persona que no conocía en ropa de cirugia y dijo: "entonces, ¿por la puerta no acaba de entrar nadie es?, párense.", honestamente no entendía que pasaba. Me paré y me enteré luego que ella era R3 de cirugía general y se había ofendido porque no me paré de mi asiento en señal de respeto. Me salvé de esa clavada porque demostré buenas aptitudes académicas en ese mismo momento.

Las "clavadas" siempre me hicieron preguntarme ¿que tan efectivo puede ser un estudiante (que al final es lo que todos somos) que se pase 2 días completos en un hospital? De por si, los residentes tienen tanta carga de trabajo que apenas tienen tiempo para hacer revisiones bibliográficas. No es raro encontrar algunos que no serán capaces de responder preguntas básicas de fisiología, no porque no sepan la respuesta, si no porque tienen tantas cosas en la cabeza que no tienen la capacidad de razonar un mínimo para pensar en una respuesta. Si a esto agregamos la falta de horas de sueño, tenemos a alguien muy poco productivo, algo no aceptable, especialmente en un ambiente en donde se manejan vidas humanas en un día a día.

Varíos estudios internacionales han hablado y presentado datos sobre los efectos que tiene la deprivación de sueño, no solo en los seres humanos en general, si no en los residentes médicos específicamente. Todos llegan a la misma conclusión: la deprivación de sueño lleva a una disminución en funciones cognitivas, pensamiento lógico, toma de decisiones, capacidad de atención y la capacidad de manejo de instrumental, crucial para los cirujanos.

En el mismo renglon, el Consejo de Acreditacion de Educación Medica Graduada recomienda que los residentes tengan parametros específicos de descanso, los cuales incluyen: un limite de 80 horas semanales (incluyendo los servicios), no mas de 24 horas de trabajo continuo, mínimo un dia libre de toda responsabilidad cada 7 dias, y servicios con por lo menos 3 días de separación.

Con todo esto a su favor, ¿por que resulta tan dificil para los consejos de educación de los hospitales cambiar los procesos antiguos? Quizas lo que hace falta es el cambio de mentalidad en el sistema completo y que se le dé el valor real que tienen los efectos negativos sobre las horas excesivas de trabajo forzado.

A la fecha, no recuerdo ver a un estudiante de colegio "clavado" por irresponsabilidades, así como tampoco tengo memoria de un estudiante universitario "clavado" por no cumplir con una asignación. El residente es un estudiante matriculado. El residente tiene bajo su responsabilidad la vida de pacientes, algunos mas delicados que otros. 

¿Se sentiría un paciente cómodo sabiendo que quien manejará su caso es alguien con capacidades neurológicas disminuidas y una mano temblorosa? No solo se debe pensar en el residente, si no tambien en el paciente que sera afectado por el manejo del residente. 

Realmente es un tema delicado pero uno que debe ser atendido con prontitud, pues estos médicos serán los próximos especialistas, y con una preparación deficiente, ¿qué se espera de su desempeño profesional?